viernes, mayo 28, 2004

TRACTATUS ETHICUS PERIODÍSTICUS

Esbozo de bases teóricas para el ejercicio periodístico en el Perú

“Las palabras “objetivo” y “subjetivo” son términos filosóficos cargados de una pesada herencia de usos contradictorios y de discusiones interminables y nunca concluyentes”
Karl Popper, La Lógica de la Investigación Científica.


1. El mundo es todo lo que el ser humano ha reconocido como tal.
1.1. El mundo es la totalidad de los hechos, no de los objetos (realidad).
1.2. El mundo es la totalidad de los hechos en el espacio lógico.

2. Un hecho es una representación subjetiva de la realidad.
2.1. Una representación subjetiva es una figura ideal que sustituye a la realidad.
2.2. Una figura ideal es una creación intelectual del hombre, basado en su cultura.

3. Una noticia es un hecho.
3.1. Este hecho debe ser susceptible de ser difundido con fines determinados por el criterio de la ética.
3.2. La Ética es un precepto social distinto según sean las culturas.

4. Una noticia se construye de acuerdo a hechos verosímiles.
4.1. La verosimilitud es una representación ideal que se sustenta en el hecho.

5. Un conjunto de noticias forman un esquema discursivo.
5.1. Un discurso se basa en argumentaciones verosímiles que se originan en un hecho.
5.2. Un discurso se orienta políticamente de acuerdo a las coyunturas que ejercen los grupos de poder. (Kapuscinski reconoce dos escuelas de periodismo en la historia: la escuela anglosajona y la europeo continental. La primera concibe a la prensa como el cuarto poder, basando su fuerza en la objetividad. La segunda escuela ve a la prensa como un actor más en la lucha política: los periódicos europeos nacieron como instrumentos de partidos y de gobiernos. Por eso no escondían el hecho de que no eran independientes, al contrario, su fuerza estaba representada en la defensa de un ideal o una causa.)

6. La objetividad es un hecho humano, no una obsesión.
6.1. La objetividad es un ejercicio doméstico basado en criterios de lógica y moral.
6.2. La lógica implica racionalidad, la moral abarca lo emocional en función del sentido humanista.

7. La verdad es un abstracto definido por convención.
7.1. La verdad no puede usarse en términos comerciales.
7.2. La verdad se presenta mediante hechos forjados en la veracidad.

8. El periodismo es una actividad vinculada al fuego.
8.1. Por lo que es necesario el leal compromiso de utilizar esta disciplina, ya sea de manera conservadora, como corrosiva, en función de los intereses que involucre cada ejercicio, según sea el caso particular, manteniendo el criterio ético en cualquier fase de la actividad.


Texto leído en septiembre de 2004. Universidad de Lima. Cátedra Unesco de Periodismo. Juan José Sandoval Zapata. Perú.



(POETAS) MALDITOS SUDACAS. Glorias e incertidumbres del icono histórico del rock chileno: Los Prisioneros

En el Estadio Nacional
Nunca se habían presentado formalmente. Todos sabían, se conocían entre ellos, pero nunca se llegaron a ver en persona hasta ese viernes 30 de noviembre del 2001 a las seis de la tarde, hora chilena. El ídolo del fútbol, la estrella internacional, el tres veces goleador de España, Iván Zamorano, en gesto que lo enaltece como un grande, fue a los camerinos del estadio a saludar a los otros ídolos, los roqueros que cambiaron la manera de sentir de su país con su música, Claudio Narea, Jorge González y Miguel Tapia, en un episodio memorable para el rock y el fútbol, se juntaron sus máximas estrellas para consolidar lo que no lograron doce años atrás: unir a los chilenos en un solo canto.
El Nacional de Santiago ha tenido pocos momentos históricos: el mundial del 62, los prisioneros políticos del 73, las Teletones y las clasificaciones a los mundiales de España 82 y el de Francia 98. Pero lo de aquella tarde-noche fue inolvidable. Miles de personas (aproximadamente 140 mil en las dos fechas del regreso) llegaron desde todas las regiones del país, incluso hubo fanáticos que viajaron del extranjero para estar presentes. Así empezó el regreso de Los Prisioneros, con las buenas vibras del pelotero que para esas épocas lo perseguía el fantasma del retiro profesional, y un par de fechas colmadas de fans que tuvieron que esperar doce años para poder volver a verlos.

El concierto mostró –siendo objetivos- una banda oxidada, con algunos pulmones ya gastados por la mala noche de años, pero con una contundencia en el sonido al punto de sobresalir más la actitud que la puesta en sí. Repasando casi toda la trayectoria del trío, lograron volver a la escena internacional a guitarrazo limpio. “Hemos recuperado nuestros empleos”, anunció González con la ironía de siempre. Ese fue el inicio del final de la banda, pues en setiembre de 2003, Narea volvería a tomar distancia, como lo hiciera en 1989, en situaciones que explicaremos después, confirmando que él representa el espíritu de Los Prisioneros, de hecho, el más querido por el público y quien probablemente salvó la banda retirándose cuando los extravíos de González llegaban más allá de su propia realidad, y aferrándose al reencuentro cuando los tiempos fueron mejores, como en el Estadio Nacional.
A cumplirse dos años de la vuelta a escena de Los Prisioneros, el guitarrista fue despedido por sus propios compañeros, especialmente por González -tildado por la prensa como el Pinochet del rock-, acusado de querer sobresalir y hacer comentarios poco favorables. Pero Claudio ya lo había presentido desde el comienzo, con el Estadio Nacional se forjaba el principio del fin: “Hace mucho tiempo que vengo tocando con una herida en el corazón”, por lo que el despido lo anunció el mismo Narea en un comunicado oficial.

El manager Carlos Fonseca había comentado en Perú, en el mes de febrero (antes de su exitosa presentación en el festival de Viña del Mar 2003) que el guitarrista estaba cansado, y que Viña del Mar sería su última actuación con la banda.
Antes del ansiado regreso, la última vez que habían tocado juntos, como trío, fue en setiembre del 89, para una reunión privada de los ejecutivos del sello EMI. Aunque en 1996 los tres músicos estuvieron tocando en un bar santiaguino algunos covers de los Beatles y The Clash, con motivo de la edición del compilado “Ni por Razón Ni por las Fuerza”, los rumores del regreso circulaban desde el año 2001. El manager original, el cuatro prisionero, Carlos Fonseca, venía haciendo las gestiones necesarias para convencerlos con la idea de revivir la banda, pues nunca había decaído su popularidad y tenían el pretexto de que nunca se habían despedido públicamente (1). Una vez convencidos los músicos, en setiembre de ese año empezaron los ensayos para el segundo debut.
Durante el 2002, Los Prisioneros recorrieron todo Chile y Suramérica, editaron el mítico disco doble Estadio Nacional y el DVD del concierto, lo cual se ha convertido en el más vendido en la historia discográfica de la música popular chilena.


Rupturas y Escándalos
El primer conflicto entre Los Prisioneros data de comienzos del verano de 1983. Tanto Jorge González, Miguel Tapia y Claudio Narea acababan de culminar la secundaria en el Liceo 6 de San Miguel –un distrito (llámese comuna, en chileno) clasemediero que los cobijó en sus primeros años.
Para ese entonces, el trío se hacía llamar Los Vinchunkas –nombre con el cual dan su primer concierto en el Liceo tocando covers de The Clash, en el último año de secundaria-, y la incertidumbre por el futuro de los entonces adolescentes, se debatía entre la música u optar por una carrera musical. Tapia tenía la certeza de que no iría a la universidad por cuestiones económicas, por lo que ingresó a trabajar en una línea aérea de Junior, Jorge González había decidido postular a la Licenciatura en Música, apoyado por su familia y creyendo en el talento innato del engreído de la casa; mientras que Claudio era quien más dudas tenía por el futuro en el rock, lo cual genera una discusión en el interior de Los Vinchunkas, provocando el distanciamiento de Narea, que finalmente, presionado por su familia, postuló a Ingeniería en la universidad Nacional (USACH).
Al culminar el verano, Claudio vuelven a juntarse y deciden cambiarle de nombre a Los Vinchunkas. Mientras alucinan ser famosos, buscan nombres que provoquen impacto –uno de ellos: Aborto-, pero Miguel Tapia da en el clavo del ingenio: Los Prisioneros. Narea abandonó la carrera universitaria en el segundo semestre, mientras que González destacó de inmediato en la facultad de música, donde conoció a Carlos Fonseca. Su talento y su carácter vehemente para interpretar su música, hicieron que optará por dejar la facultad, sobre todo porque Fonseca empezó a apoyar sus presentaciones y la difusión en las radios de su primera producción “La Voz de los Ochenta”, canción que venía siendo un suceso en los círculos universitarios.
Ya para 1984, con un caset independiente (La primera versión de La Voz de los Ochenta) circulando, la primera gira de Los Prisioneros se tuvo que suspender debido a una seria neumonía de Narea, lo cual paralizó todas las presentaciones hasta el año siguiente.
La primera actuación en TV de la banda se dio en la Teletón de 1985, donde los responsables de la emisión de Televisión Nacional de Chile los sacan del aire tirando comerciales, generando así el primer gran escándalo, al cual le seguirían polémicas declaraciones a la prensa, rebeldía y una seria censura de los medios por la canción “No necesitamos banderas” (2).
En el año 86 graban su segunda producción “Pateando Piedras”, que se convierte en éxito de ventas días antes de salir al mercado. Los conciertos se dan de manera multitudinaria que son voceados para la plaza artística más importante del país mapocho: El Festival de la Canción de Viña del Mar, al cual no llegan a ser invitados, muy por el contrario, participaron artistas argentinos como Soda Estéreo (rivales de ese entonces) y GIT.
Un punto interesante en la saga de conflictos y escándalos de Los Prisioneros, es que para 1987, Jorge González contrae nupcias con la artista Jacqueline Fressard, mientras que Claudio Narea hace lo mismo con Claudia Carvajal, con quien mantiene la relación matrimonial hasta hoy. Miguel Tapia continuó soltero.
En este año es que data la primera visita de Los Prisioneros en Lima, cumpliendo dos fechas poco difundidas por los medios pero con una espectacular asistencia, quizá más de lo calculado, pues la falta de seguridad provocó la suspensión del concierto antes de acabar el show en la Plaza de Acho (3).
A finales de ese año salió al mercado “La Cultura de la Basura”, a diferencia de los dos primeros, este álbum incluye cuatro (de las catorce) canciones compuestas por la dupla Narea / Tapia, lo cual demuestra una ligera distancia en el sistema de trabajo, pues el carácter de González provocaba el aislamiento a la hora de componer. Pero es en esa producción donde aparece el primer signo de infidelidad dentro de la banda: el primer single para la radio es la canción “Que no destrocen tu vida” (4), compuesta por González e inspirada y dedicada a Claudio Narea. Para ese entonces, Jaquelile Fressard se había separado de González por sus continuas infidelidades con las fans, llegando a oídos de la pintora, quien terminó la relación, iniciando González una relación sentimental secreta con la esposa de Narea, Claudia Carvajal; formando así un triángulo amoroso que posteriormente provocaría la salida del guitarrista y el regreso de Claudia con su esposo, reconciliación de la cual nació su segundo hijo.

En 1988, la primera mega gira nacional de Los Prisioneros, que iba a recorrer 33 ciudades del país, tuvo que ser cancelada debido a la mala disposición de los dueños de los recintos, ya que el clima político que se vivía en ese entonces, en víspera del plebiscito del Sí y del No. Luego de este percance, graban unos temas bajo el nombre de Los Apestosos, para luego iniciar la producción del cuarto álbum (Corazones).
En 1989, después de una exitosa gira por Colombia y una cancelada gira a México, Narea cae enfermo de hepatitis y luego anuncia su salida de la banda por “diferencias artísticas”. Aunque los rumores de la partida fueron variados y discutibles, las verdaderas razones no estaban en lo musical, como públicamente se manifestó, sino en una dolorosa e irreconciliable disputa personal. “Corazones” fue un disco muy elaborado, grabado en EE.UU., utilizando el mínimo de guitarras posibles y, dedicado íntegramente por González a Claudia Carvajal.

Para poder ejecutar en vivo este disco, en 1990 Los Prisioneros convocaron a dos músicos de apoyo con quienes obtuvieron el mayor éxito de la trayectoria de la banda, participando al año siguiente, esta vez sí, en el Festival de Viña del Mar, recorriendo el país y recibiendo la mayor cobertura televisiva posible; después de estas presentaciones en Viña, Carlos Fonseca deja definitivamente la dirección de la empresa por conflictos directos con González y toma la posta como manager Oscar Larrain, con quien inician una gira internacional que incluye Perú y alguna provincias, así como la presentación en el mega festival de Venezuela junto a otras bandas representativas de Latinoamérica, festival que fuera televisado por el MTV Latino. En agosto de 1991, González, mediante conferencia de prensa, anuncia el fin de la banda y la realización de una gira de despedida, la cual se paseó por toda América Latina y dejando a muchos fanáticos inconsolables.
A partir de la disolución de Los Prisioneros, lo que más resaltó en los siguientes años fue el publicitado fracaso comercial de los discos solistas del trío.
Por su parte, Claudio Narea durante los años siguientes a su salida, se dedicó a la promoción de talleres de rock, de los cuales surgieron grandes bandas de rock, a su vez que formó la banda Profetas y Frenéticos.

El primer acercamiento de reconciliación con Narea fue en 1992 durante un recital de la banda del guitarrista Profetas y Frenéticos. Aunque el encuentro fue amistoso, en ese momento no hablaron de la posibilidad de volver a juntarse. Sólo en 1994 se planteó por primera vez el tema, luego de que una productora independiente les ofreciera una buena cantidad de dinero, pero González se negó, pues, a palabras de Narea “él se mueve por factores de conveniencia económica y ese año tenía mucha plata”, y a lo que González acusó a Claudio de lo mismo, “querer dinero”.

La negativa de González tuvo un vuelco radical en 1996, cuando aceptó lanzar un disco con grabaciones inéditas y grandes éxitos, titulado “Ni por Razón Ni por la Fuerza”. Cuando se pensaba en una reconciliación definitiva, afloraron conflictos de orden monetario. En diciembre de 1996, cada uno de Los Prisioneros recibió un cheque de 1 millón 900 mil dólares por las últimas ventas de La Voz de los 80 y Ni por Razón Ni por la Fuerza. Al poco tiempo, se descubrió que Tanto Narea como Tapia habían recibido todo lo que les correspondía, casi 5 millones), pues la disquera EMI descontó el monto entregado a Jorge González para la producción de su segundo disco solita, que fue un rotundo fracaso. Para solucionar el impasse, se firmó un acuerdo ante notario, en el que el cantante se comprometía a pagarles en lo futuro lo adeudado. Esta habría sido la razón principal por la cual González y Tapia no llamaron a Narea para la casi reunión.

En 1998, una casi reunión de Los Prisioneros derivó en un extraño proyecto llamado Los Dioses. Publicitado como la ansiada reunión, Miguel Tapia y Jorge González –quien recibió los mayores beneficios económicos de la banda, lo cual le permitió grabar sendas producciones y vivir en Nueva York tres años, para luego derivar en Cuba, intoxicado por las drogas (5) -, nunca terminaron de grabar el disco del casi regreso y el trío (esta vez completado por el músico Argenis Brito) se disolvió sin pena ni gloria el mismo año, cuando González se va a radicar a México por unos meses. Durante aquella gira promocional con Los Dioses, en septiembre se da un grueso incidente en Lima, con la conductora de TV Gisela Valcárcel. En su sintonizado programa de mediodía, Los Dioses se negaron a cantar como lo habían hecho en tanto años –a palabras de la conductora- “artistas de la talla de Rafael, El Puma, y nadie se ha negado a cantar”, lo que generó que los músicos se vayan entre chiflas.
Su posterior huída a México y la publicitada adicción a las drogas hizo que González entrara al anonimato por unos años, los cuales estuvo bajo el cuidado de su nueva y actual pareja, Loreto Otero (6).

“Hace tiempo que vengo tocando con una herida en el corazón”
Luego de la vuelta de Los Prisioneros en el 2001, los conflictos entre González y Narea volvieron, al punto que en setiembre del 2003, en carta abierta, Narea confirmó que había sido expulsado de la banda, lo cual generó una seria división entre sus fans. En los foros de internet, los seguidores se atrincheraron a favor de González o a favor de Narea (7).

El Domingo 21 de septiembre fue la última vez que se presentaron bajo la formación original. 80 mil personas, en el escenario de la IV Región, en La Pampilla, Santiago. Entre coros de “¡Claudio no se va, Claudio no se va!, luego de un frío show, a las 22:30 vino el verdadero espectáculo: un abrazo entre Jorge y Claudio selló el quiebre del grupo. Se esperaron algunas palabras pero no hubo. Bajo el escenario todo volvió a la frialdad, Jorge y Miguel tomaron una camioneta tipo van y Claudio otra. Cada uno por su lado. Así fue el fin de la reunión de Los Prisioneros.


Los sueños de rock
En 1979, en el primer año de media del Liceo 6 de San Miguel, Jorge González y Miguel Tapia, compañeros de carpeta, discutían sobre un disco de los Bee Gees interpretando canciones de Beatles, lo cual producía una cierta rencilla entre la exactitud de los datos de edición. Fue por eso que le consultaron a su compañero de adelante, Claudio Narea, todo porque había puesto en uno de sus cuadernos un dibujo del símbolo de Kiss, su grupo favorito. Es en esa intersección de inquietudes que se forma la amistad entre los tres.
Pero Los Prisioneros surgieron de la semilla de un grupo –no musical, más bien bajo al figura de una cofradía de pensamiento- de seis compañeros llamado Los Papafuentes, comandado por un compañero evangélico llamado Gustavo Fuentes, quien fungía de líder espiritual. De aquí se formaron dos proyectos musicales: primero, Los Pseudopillos, una suerte de grupo vocal o gospel, que en tono humorístico interpretaba melodías populares adaptadas, siempre con la constante del absurdo y la ironía como temática principal. Segundo, Los Vinchunkas, nombre sugerido por el líder espiritual Papafuentes. El 14 de agosto de 1982, Los Vinchukas dieron su primer concierto en el colegio. Luego de terminar la secundaria, disuelta la banda, el trío se volvió a juntar para formar Los Prisioneros.
Para echar a andar este proyecto, la madre de González, Ida Ríos, ofreció su cuarto de costura para instalar una sala de ensayo para la banda, cosa que quedaría marcada en la historia del grupo.
Es con la aparición de Carlos Fonseca, que Los Prisioneros dan el primer salto a la profesión musical. Él, joven como ellos, había estudiado toda su vida en el extranjero y había vuelto a Chile para administrar uno de los negocios de su padre: la disquera Fusion, con la cual forma un sello independiente y edita las primeras mil copias del caset “La voz de los Ochenta”, que causó un importante revuelo mediático.
Las primeras actuaciones se dan en el circuito intelectual, bohemio y universitario, datan de abril del 84. Pero gracias al éxito que iban alcanzando, el manager Carlos Fonseca logra un contrato discográfico con EMI en 1985, reeditando La Voz de los Ochenta y asegurando una mejor presencia del disco en las tiendas de música a nivel nacional.
Durante 1986 Los Prisioneros se convierten rápidamente en celebridad y en punta de lanza del nuevo pop chileno. Sacan a la luz el segundo material titulado “Pateando Piedras”, el cual, antes de salir al mercado, ya se habían vendido cinco mil copias. Al año siguiente, inician la gira por países de Sudamérica tocando con los mejores exponentes del rock de la época. A finales de 1987, sale al mercado el tercer álbum: “La Cultura de la Basura”, un homenaje conceptual a la radio AM. Aunque dicho disco pasó inadvertido en las emisoras, este se podría considerar como el material más experimental de Los Prisioneros.
Ya en 1988, con el mercado internacional a sus pies, la banda realiza una gira nacional que termina siendo saboteada por los problemas políticos que se vivían en Chile. Un breve receso entre los integrantes, hace que la banda grabe una serie de temas inéditos titulados bajo el nombre de Los Apestosos.
Luego de la salida de Narea en 1989, Los Prisioneros –ahora como dueto- graban su cuarto álbum, “Corazones”, el cual llegó a ser el disco más exitoso de la banda, además de alcanzar la consagración definitiva, hasta que en 1991 se da la disolución de la agrupación con una –también exitosa- gira de despedida.
Tras varios intentos fallidos de volver a la palestra del rock, los integrantes de Los Prisioneros se vieron con poca aceptación en el público a la vez que el mito de la reunión era un tema recurrente en la opinión pública chilena.
En 1996, tras una serie de acercamientos, se rumorea el regreso, que terminaron derivando en lo que líneas arriba se denominó Los Dioses, en 1998.
Fue en 2001 que gracias a las gestiones de Carlos Fonseca, se logra un acercamiento y lo que posteriormente sería el regreso oficial. Durante meses fueron preparando material antiguo con algunos arreglos para debutar -por segunda vez- en el Estadio Nacional en diciembre de 2001.
Luego de la definitiva separación de Narea, en 2003, se da fin a la magia creada en 1983, dando inicio al mito juvenil de que en un pueblo al sur de Estados Unidos, un trío adolescente, desenfadado y con sueños de gloria, logró la categoría de anti héroes, aclamados por miles, odiados por otros pares, pero encarnando la verdadera leyenda dramática que une el rock, el sexo, la pasión, los excesos, y sobre todo, una erosión cultural que deriva del espíritu rebelde la juventud (8).




NOTAS:
(1) El 24 de octubre del 91, en conferencia de prensa, González había anunciado la disolución de Los Prisioneros. A pesar de que en ese año, el entonces dúo González /Tapia –apoyados por dos músicos de apoyo- había triunfado en Viña del Mar, las relaciones con Fonseca se habían debilitado, lo que provocó la despedida (sin miembros originales) con una gira “Adiós Prisioneros”, que incluyó Lima.
(2) Véase nota periodística de El Comercio “Fuga sin condena posible”, escrita por Guido Bolaños. Lima, viernes 25 de septiembre de 1987. Pp. C8.
(3) No Necesitamos Banderas: “… Con toda honestidad / y con la mente fría / denegados de cualquier color / Se llame religión / se llame nacionalidad / no queremos representatividad / NO Necesitamos Banderas / No reconocemos fronteras / No aceptaremos tribiaciones / No escucharemos más sermones…”.
(4) Que No Destrocen Tu Vida: “…Tú y ella se aman tanto / No arriesgues más / No permitas que sus canas te arruguen tanto / Que no destrocen tu vida / No dejes que destrocen tu vida… No dejes que por nadie / tú y ella se lleguen a odiar / Que no destrocen tu vida… ”.
(5) Es bueno señalar que dentro de las numerosas biografías que se han publicado sobre la vida de los integrantes, González figura con una oscura relación con fuertes drogas. A saber de sus declaraciones, su relación con el exceso se inició a los 25 años, en 1989, utilizando LSD, éxtasis y cocaína. Al parecer, durante los últimos años, ha sido noticia de la prensa amarilla por sus constantes recaídas.
(6) Madre de tres hijos -uno de ellos con el rockero de San Miguel-, la joven de 29 años es descrita por cercanos como la encargada de velar por la seguridad del vocalista y mantenerlo alejado de las drogas.
(7) En este punto, es preciso indicar que existen en internet dos páginas que demuestran la división: losprisioneros.com (que vendría a ser la que respalda a Narea y losprisioneros.cl, que es el sitio web creado por la productora oficial.
(8) Para la realización de este texto, se recurrieron a diversas fuentes, tanto electrónicas, como bibliográficas y hemerográficas: www.losprisioneros.cl; www.losprisioneros.com; AGUAYO, Emiliano: Confesiones públicas de una estrella de rock. 2002; OSSES, Julio: Exijo ser un héroe. La historia (real) de Los Prisioneros. 2002; STOCK, Freddy: Corazones Rojos. 1998; Diario El Comercio; Chirinos Massiel, fundadora y ex presidenta del club de fans ANTI FANS, el único club peruano de fans de Los Prisioneros.












martes, mayo 25, 2004

Recontrataque

Cuando era niño jugaba fútbol en un club de menores. A pesar de no ser muy virtuoso, trataba de que mi papá se sienta orgulloso en la cancha, cosa que lo hacía alardear entre sus amigos de botella acerca de alguna actuación no tan espectacular como se narraba posteriormente.
Mi papá nunca dejó de ir al campeonato y se entregó al delirio de la tribuna junto a sus compinches, a pesar de algunas goleadas lamentables. Yo era uno de los más gordos del equipo, por eso me hice arquero, para evitar quedar entre los últimos a la hora de las pichangas. Pero era lo menos importante porque me sentía integrado al grupo a pesar de que al comienzo todos en la cancha me llamaban Iván y no Juan. Luego se dieron cuenta del error, pero siguieron llamándome así por cariño a la ocurrencia.
La cosa fue que hubo una invitación a la Argentina para participar en un torneo de clubes en Paraná. La Junta de Padres de nuestro equipo aprovechó las vacaciones de fiestas patrias para organizar el viaje y asistir al campeonato. El equipo no pasaba de veinte chicos, pero la delegación fue de casi cincuenta personas, incluyendo la barra y el Comité de Madres.
Del primer partido no me acuerdo del marcador, pero sí que el DT entró en un colapso nervioso que produjo la suspensión de los minutos finales. Nunca lo había visto así. Era un tipo treintón con pinta de cantinero, con sombrero tirado hacia un costado y algún mondadientes o un fósforo en la boca. Fumaba en una vieja pipa de madera fina donde ponía tabaco cada cinco minutos y eventualmente soltaba uno que otro “che” para tener un toque gaucho. El viaje era algo importante para él, había soñado con triunfar en el fútbol argentino hasta que una patada en la rótula lo alejó de las canchas. Nuestro equipo no era la gran cosa pero el “profe” le dedicaba mucha vida .
En el segundo encuentro hice mi debut, fue un partido intenso donde atacamos todo el tiempo. José “Chaca” Trelles fue quien inauguró el marcador, era un negro larguilucho que apuntaba a ser de esos delanteros que para anotar un gol necesitan fallar cien veces y soportar el ocaso de las rechiflas. Fue en una jugada de córner, cerró los ojos y, encogiéndose con miedo, saltó sobre el tumulto del área chica, luego de un par de segundos, encontró el balón dentro de las redes. De tanta impresión corrió hasta la esquina y se sacó la camiseta para luego flamearla cual bandera frente a la tribuna de los locales. Antes de reanudarse el partido, el negro fue expulsado, los ánimos se caldearon un poco y al “profe” le volvió el colapso, todo volvió a la calma rápidamente, pues íbamos arriba en el marcador y al menos nadie presagiaba un empate.

El empate
No es que me echaran la culpa de aquel gol, pero muchos de los chicos del equipo se gastaron en bromas imitando cómo quedé regado en el césped. Lo marcó un delantero muy pequeño que había ingresado faltando diez minutos para el final del encuentro. La defensa pensó que el delantero había quedado en off side y por eso nadie corrió tras él. Al llegar al área no tuvo que hacer mucho para hacerme caer en su amague. Cuando quedó solo frente al arco, se detuvo unos segundos y empujó la pelota suavemente con el taco.
En el último partido –definitorio para la clasificación- enfrentamos al equipo organizador. Yo pensé que el gol que había encajado el partido anterior era un buen pretexto para volver a la banca y eso me dejaba tranquilo. El DT no dijo una sola palabra hasta que llegamos al camerino, sacó su tablero de madera con once chapitas y soltó la alineación, fui el primer nombrado. Che, Iván, tú vas al arco. ¡Es tu oportunidad, eh, fierita!
Luego de la charla, todo el equipo se juntó para las arengas. “¡Perú, Perú!”.
Salimos al gramado con mucho entusiasmo, corrimos un rato sobre los laterales mientras la gente bajaba la silbatina. Cuando se iba a iniciar el encuentro, me acerqué trotando hasta el arco y empecé a marcar los espacios del área mientras me encomendaba a Dios y le pedía evitar la goleada, entonces uno de los delegados del equipo argentino me gritó desde el estrado, levantando la mano en señal de advertencia: “¡Che, peruano, si no ganamos, no te doy de comer, eh!”, todo el estadio echó a reír.
Perdimos dos a cero.
Luego del partido, el “profe”, ganado totalmente por su crisis nerviosa, amenazó al árbitro, pero todos cooperamos para hacerle entender que el campeonato estaba consumado.
Eliminados ya, no hubo otra que volver a Buenos Aires y esperar unos días para la vuelta a Lima. En esos días fue que salió el partido con Lanús, el campeón de la liga nacional. Era un encuentro amistoso a puertas abiertas, lo cual se convirtió en la oportunidad del “profe” para reivindicarse a sí mismo.
Aquella tarde, durante la ceremonia inicial del play de honor, quedamos convencidos de que los argentinos tenían mucho más peso y tamaño (el negro Trelles, quien era de los más altos de nuestro equipo, ni siquiera lograba empatarse con el más bajo de Lanús ).
Jugando discretamente, perdimos dos a cero. Un partido fácil que fue considerado como triunfo. El “profe” no gritó mucho esta vez, pues el DT de Lanús lo hacía con mayor ímpetu, a tal punto de opacarlo. Luego del encuentro, no pudimos quedar más satisfechos, pues el ridículo frente a los campeones nacionales quedó en un simple susto. Mientras nos cambiábamos para volver al hotel, entró al camerino metiendo un poco de tabaco en su pipa y antes de sacar el encendedor tocó su silbato para lanzar unas palabras: muchachos, hemos llegado al final de nuestro viaje y quiero felicitarlos por lo que han logrado. Estoy muy contento, y volviendo vamos a seguir entrenando fuerte porque este año el campeonato ¡tiene que ser nuestro!
El lugar explotó en aplausos y vivas mientras se pasaban las botellas de agua y pomadas para los golpeados. El DT prosiguió: además, quiero informarles que he hablado por teléfono con el gerente del club hace unos minutos, y le he comentado lo bien que nos ha ido en esta gira internacional. Quizás exageré un poquito de nuestras bondades, le dije que hemos quedado segundos en el campeonato de Paraná... Y que, además, le ganamos uno a cero a Lanús con gol del negro.
Todos fuimos al encuentro del negro “Chaca” para felicitarlo por el tanto que habían inventado en su nombre. Entonces nos sentimos más ganadores. El negro José Trelles, aquel delantero de los goles de canilla, se había convertido en el goleador del equipo gracias a la alucinada versión del “profe”. Tanto así fue la patraña, que el Comité de Madres buscó por toda la ciudad una tienda de trofeos y compraron unas cuantas medallas que supuestamente habíamos obtenido en Paraná.
Al volver a Lima el gerente del club nos recibió con un gran almuerzo. Durante el brindis el “profe” lanzó un discurso emotivo sobre “este gran grupo de niños futbolistas, futuros ídolos del país”, que provocó fuertes palmas acompañadas de “¡Perú, Perú!”, por todos lados.
Juro haber visto a mi papá lagrimear cuando me pusieron la medalla. Yo sólo quería que se sienta orgulloso para que alardee frente a sus amigos en sus borracheras.

verso vida en Em

I

La razón está apunto de salir de mi cabeza
Miles de segundos han latido bajo mis cabellos antes de erizarme como un puerco espín.

La vida no sirve mientras tengas que...
- mientras seas un mediocre.
- mientras persistas en tus ideologías.
- mientras creas en la libertad.
.... mientras y más mientras.

Sólo porque llegaste tarde a la última función.
Porque eres triste y medio olvidado de vestidos.
Estoy solo en la avenida Arequipa. Vengan a visitarme porque hay cierto punto que no quedó claro entre mis venas:

¿Soy un ser humano o un animal con facturas por pagar?
Sólo quiero nadar entre siliconas y soñar que aún tengo cama para dormir porque me toca ser un anciano de veintitantos años que recibe la mañana en cuarto menguante.
He caído en desgracia por ser impuro.
No logro reponer mi costura de vida.
Ya no sé qué pasará en cuestión de segundos porque estoy entregado a esa actitud frenética que invadió mi cuerpo.



II

Detrás de mi sonrisa se esconde el mal tiempo de las flores.
Cuestión de arrancar mi coraza y quedar desnudo.
No es pudor lo que me anima. Ni esa extraña sensación de ser una gota salda entre tus mejillas.

Por las calles de cualquier parte del mundo encontrarás a un don nadie como yo.

Y te hablará directo al rostro. Y te hará sentir mal. Y te hará huir lejos de las miserias que soy.

Porque el tiempo de mis flores sonríen hacia el mal de mis amores.

III

La peste ha calado en la neurosis de mis amigos. Los disparos despertaron a mi abuelo que yacía en su tumba.
Ayer le escupí a mi padre por malo nunca dejes que te insulten.
¿Qué de niño te causa el amor que me pierde? Que me duele...

Si mañanas en sueño sabrás quien soy...
Porque sin el brillo de mis ojos no hay quien salve esta apatía.
Mañanas dijo que todo pasaría al salir el sol.
Mañanas dijo quel mundo crece como crece un niño que duerme tiritando en la plaza San Martín.
Mañanas se fue tranquila a dormir cuando dije que me iba.
Si mañanas en sueño algún día dirás que te quise mamá.



IV

Tus dudas y mis dudas han llegado cogidos de la mano.
Han llegado a lo alto de una torre y se arrojaron al vacío.

Mañanas dijo que había que empezar de nuevo. Pero el terremoto ha dejado una humareda panza de burro entre mis ojos.

Mañanas no está más en este lugar.

Si antes fuimos ángeles, jamás llegaremos a tocar el paraíso de la virginidad.

Nuestras dudas se han vuelto a enamorar.

V

Hubo un día en que tu presencia me colmó de repugnancia.
En que todas tus sonrisas eran como más fuego al fuego en un incendio carcomido por la pobreza.
Uno de esos días,
en que tu aliento es más intenso cuando dices que aun es posible no morir de amor.

Sólo un día de esos.

Mañanas pasará al olvido
Y esos días grises serán más que un simple dígito en el calendario.




VI

Mañanas era una jovencita a quien conocí cuando me parió. Fue la primera en reconocerme:
- ¡estás vivo! rebuznó entre sollozos de temor.

Mañanas dijo que se quedaría conmigo hasta que se haga de noche. Pero la oscuridad de sus llantos me han llevado a un lugar inconcluso donde habitan mis miedos...
Por ser hijo de la obscenidad.
Un huérfano de amores que viaja sobre un mismo punto cardinal.

Siempre que haya agua existirán lágrimas de cocodrilo.

Los niños de todo el mundo me agradecerán estas palabras que salen de mi úlcera.

Para cuando me haya ido de aquí, comprenderán el valor de mis angustias.




Enero . 2004 . lima

El Aire y la Estética del Delirio


Alto rock de vanguardia, de condición posmoderna, hecho en Lima pero ejecutado por un artista peruano actualmente radicado en Nueva York. Jose-Javier Castro, de descendencia irlandesa, fue uno de los personajes díscolos que tuvo el rock peruano de los ochenta. Integrante de bandas como Humo Rojo y Beat Sudaca, guitarrista más emotivo que prolijo, cantante más dramático que melódico, inició el proyecto El Aire en formato casette (El Aire, El Aire, Navaja, 1996). Participó en escasos conciertos para luego mantener distancia de la escena, su constante exilio, hasta el año 2002, que aparece el cd triple (El Aire, Nunca más fuerte que el espíritu, (el fuego interior) versátil ignita la vida, dos…, transforma=revienta, y … despega. En la era de la luz… luz=recuerdos=homenaje: ángeles, a cada uno. Un mensaje al corazón en la luz del hogar. Fin. Sentimiento: sí, existe. Amor sobre todas las cosas. El acto. Noiculoveer, y la “fantástica” circunstancia, el viaje…, será otro veraneo (devaneos poder y política) en vano? Já: reinvento, reintento, lucha… fin: orbe: especie, seres. Coprofagías=imagen=VENTA=Amarillismo=nov=pop!=_otras formas para inventar algo y llegar al qué… El conflicto de las emociones… como un día en la radio, (Please comercial here)(hazlo). Klang, el kabaret p+to…, sintético make-up: electrónica y rock ‘n roll! Analog recording + analog mixing + digital process, atonalidad!..., Producción independiente). En el mismo año se edita el cd Maquetas, que contiene retazos de ensayos realizados en 1998, junto con demos ambientales para la obra de teatro Lorenzaccio, registrados en 1991.
Por consiguiente: arte sonoro de altísima calidad. Eclecticismo de extrema. Plástica, sólo para marcianos. Prohibida su escucha sin los efectos de un hongo. Elitista en imagen y generoso en caos. Friki total estridencia. Hermoso y contundente.

El Limeño Según San Blas

UN LIMEÑO es un ser único en su especie que llega al Cuzco con las justas de dinero por ese cuento que le dice el gobierno que hay que visitar “lo nuestro” y va y se mete a una peluquería típica y pide un corte de cuchilla tres mientras habla por su celular a la operadora de la Telefónica y dice –no sólo a la operadora, sino a toda persona que pasa y se da cuenta de la presencia del limeño hablando por su estúpido aparato- que cómo es posible que esté en Cuzco y su teléfono no reciba llamadas (a pesar de que nadie lo va llamar). Y cuelga después de diez minutos, tiempo gratuito en que ya está listo su corte de cuchilla tres y luego pide que afeiten creyendo que todo es baratito nomás en Cuzco y la barbera que no es ninguna cojuda, saca su hoja de gillet y le rasca la cara de una manera tan malévola que cualquier delincuente de La Victoria queda chico al punto que el pobre limeño empieza a poner cara de espanto al ver que su acné se vuelve un mar de sangre que ni la operadora de la Telefónica ni nadie lo curará mejor que una buena pasada de alcohol medicinal. Entonces termina la afeitada y pide también que le laven bien porque los pelos pequeños lo enronchan aunque la verdad es que no se piensa bañar hasta volver a Lima no solo porque el agua sea muy fría sino también porque aun no ha conseguido el hospedaje baratito que le habían contado donde podría dormir tranquilo y dedicarse a la farra que tanto le hablaron junto gringas con sida y colombianas pasadas de hongos.
Después de tanta atención el limeño entiende que es hora de pagar la cuenta pensando que ha hecho patria dándole trabajo a la gente provinciana que ya no parece tan simpática porque el limeño ha sacado sólo un par de monedas que no completan el servicio de afeitada y lavado de cabello con shampoo importado de Bolivia.
La gente del Cuzco ve el incidente pero pasa nomás porque sabe que los limeños llegan a diario a su ciudad y aun no hay reglamento que les impida creerse extranjeros en su propio país.
Cuzco, agosto de 2002.

lunes, mayo 24, 2004

Compañero

“todo hombre se parece a su dolor”
A. Malraux



Compañero:


Hoy,
que me he percatado que ha llegado un otoño más a mi vida sin encontrar el gozo de aquella coreografía de las hojas que caen.

Hoy,
que mi alma ha volado en pedacitos por sentir miedo en tus brazos.

He decidido echar a correr mi sangre con más torrente. Resucitar mis venas gritar la fuerza de mi tinta y seguir firme en las convicciones que nos formaron.

Y se irán las tristezas tipo Vallejo –porque “Vallejito” también fue periodista-. Y llegará el momento y sonreirás y dirás todo es bonito la vida es bonita y celebraremos poesía –y tú que pensabas que alguien moriría. Y todo porque hay poesía y hay “poesía”- y nosotros,
compañero,
seguiremos nuestras sendas al ritmo del viento.

Pronto es la mitad de 1.
No te has dado cuenta que aún sentimos el mar muy cerca,
y el sol y las nubes y el cielo panza de burro.

Intenta mirar las hojas que bailan por tu lado.

Míralas –por favor.
Míralas pasar -mírate,
dime que podrás. Pero a mí ya no me digas nada.










Juan José Sandoval . Lima . mayo . 2004 . Perú

Tormenta Dramática en el Mar de la Agonía


Tu sal. Sal de mis mejillas

Hundidos en la misma tristeza.

La tristeza.

La maldita tristeza vestida de medianoche y la maldita agonía que cae sobre mis hombros.

Pasar.

- Todo va a pasar, ya – dijiste cuando el viento gritó...

Y nuestra densa marea.

Tu sal es mi sangre

Y mi sangre es tu sangre rociada de alcohol.

Tu sal. El agua de mi triste océano __________________________

Aún llueve

Aún llueve a cántaros de un niño engreído

De un hijo novato... O no nato.

Aún llueve en mis mejillas.

El tiempo no es bueno para los abrazos

La poesía ha muerto para ti.




Desolado segundo domingo de mayo del 2003. Juan José Sandoval Zapata . Lima . Perú

La Bruja Maruja

Cuenta la leyenda que hacia el mil novecientos y tanto, en el distrito de San Sensato de los Mendigos de Pobre Corazón, hubo una guapa morena de figura fantasmal, que solía pasear por la plaza mayor que años después se bautizó como la Plaza El Santo de los Monguitos, y la cual, posteriormente, se le dio el sobrenombre legendario de la Plaza de los Romances de la Bruja Maruja.
Cada paseo suyo era como un desfile de aromas hipnotizantes que despertaban diversas pasiones de los caballeros que presenciaban el acto vespertino como un carnaval de excitación. La extrema belleza de la joven Maruja no solo cautivaba centenares de jóvenes pretendientes que veían en ella la felicidad hecha mujer, pues la dulzura de sus pies descalzos tintineantes, hacían su caminar de ligeros vestidos, hermosas coreografías, y el brillo de sus uñas pintadas carmesí, despertaba la alegría de algunos no tan jóvenes e incluso varios ancianos que pregonaron, a voz pública de la plaza, su admiración por la morena princesa que deleitaba las tardes limeñas. Limeñas pobres. Pobres pero honradas. Honradas, pero de pobre corazón.
Hubo cantos, poemas y densas muestras de amor hacia la bella, como aquel muchacho con retardo, enamorado a locura: osó en lanzarse desde el acantilado clavándose en la baja marea del manso mar, perdiendo la vida al instante.
Por lo estimado y conocido que fue el suicida, pues era el único joven con retardo mental en el distrito, se le rindió homenaje y se consagró como un santo, convirtiéndose en el patrono del la plaza central. Pues, desde aquella muerte, el monguito cuida de los vagabundos que pasan las noches susurrando el nombre de la morena, inventando historias sobre ella y sus romances.
Con el tiempo, la fama de la bella fue creciendo y trajo consigo extraños visitantes dispuestos a pasar horas de horas en la plaza, con tal verla pasar, de ligeros pasos y dulces piropos que alborotaban la tarde en San Sensato de los Mendigos de Pobre Corazón. De corazón sincero que ama y deja amar. De amar y mar. De mar en mar, de mar amar, y también dar.
Pero el amor se hizo escándalo, corazones rotos, divorcios y ataques cardiacos sindicaron a la bella de tener extraños poderes de atracción. Se decía que cliente que visitaba su quinta, no volvía a ser el mismo. Pues los ancestros distritales anunciaron que cuando el amor de una mujer se hace negocio, la maldad es el veneno hecho sudor de la pasión que de ella emana.
Entonces las enfermedades acecharon como plaga en los hogares nobles, y varón que contraía enfermedad alguna, era acusado de haber pasado por las manos morenas de la bella Maruja.

El Diablo llegó del distrito de Santo Porcino de los Mares, vecino indigno expulsado por ser mal hombre y desagradecido con la decencia de mujeres que cayeron en su tiranía. Dicen que la vez que el Diablo entró a la quinta, fue la primera vez que la bella Maruja aulló como una loba. Y desapareció. Los amigos de la madrugada ayudaron a recrear esta historia, pues algunos dijeron haberla visto en la plaza corriendo en cuatro patas, cual animal herida de muerte, intentando morder a los niños que tiritan en las bancas durante las madrugadas de los mendigos de pobre corazón. Ella duerme. Ella muerde. Ella Duerme. Duerme. Duerme y muerde y también muere. Y la bella se convirtió en bruja. La Bruja Maruja. Herida de amor, que desde entonces se le oye por las madrugadas, lamentándose de haber amado tanto.


Lima, enero de 2004

atentado

A quienes creen en la belleza, este atentado telúrico


Si escribo esto es por venganza.
Pero más, es por vergüenza a mi desaliño.
Lo que sea, es para ti que bajas la mirada cuando hablo.

Para que no griten las sordas.
Para no repetir mil veces los deberes de mi generación, mientras el gris de la ciudad gira incontinente. Para nada.

Mientras haya agua existirán lágrimas de cocodrilo.
No quisiera expandir las arrugas de la tercera edad sin que nos terminemos comiendo las uñas de la desesperación.
No llegues tarde a ningún lado. Mejor no salgas de casa. No te ensucies con nadie. No seas vago ni te juntes con los del otro lado del mundo. No seas un glotón de amores sin haberte medido la presión. Mejor no ames.
No te pinches en público. No vayas a misa sin haber pecado. No seas peruano. Peor, ayacuchano. No hagas meta-textos en miraflorino. Mejor no pienses.
No grites felicidad sin haber cenado un poco de vida injusta. No digas malas palabras. Mejor no hables para siempre.
No ayudes al prójimo sin un puñal en los bolsillos. No seas soberbio porque la poesía te hará bajar de las nubes. No escribas literatura porque sólo te darán el camino más corto a la jubilación.

Corolario:
En la noche patearé el vientre de mi madre para sentirme vivo, sólo si es que los ángeles se pudren bajo tierra.


Juan José Sandoval Zapata . 2004 . Lima . Perú