hoy , mi amigo el loquito satipeño me ha dicho que anda chicuiloteado por andar con tanto chicuilote en la cabeza . al comienzo , no he creído nada de lo que dijo . yo no sé si realmente el chicuilote es lo que lo tiene así , yo ando más chicuiloteado que él , diría mi criadilla vieja . será la benzodiarreica , pensé , como queriendo evadir culpas : será la granola feromona , será el azúcar de los desayunos . . . será .
lo primero que reluce al chicuiloteado es la voz : enrojece hasta quemar .
luego , el color de los bellos ; también , los peyejos envejecen . y cuando el chicuiloteado empieza a derretirse como una vela , empiezan los gritos de vapor .
a los chicuilotes se les deposita en las bolsas naranjas que dejan los miércoles los del basurero municipal . lo malo , esperar hasta el otro miércoles para que se lleven al chicuiloteado . entonces , no lo puedes envolver , porque sino , se acercan las rapiñas con patas de burro-berraco . ahí sí , nadie puede salvar a ningún chicuiloteado .
yo , que soy un sapito hinchado , le dije a mi amigo el loquito satipeño , que no se preocupara , que esas cosas pasan , que el chicuilote se va como se va el polvo en las ventanas de mi jibariña cartulino . a todos nos pasa , le dije , intentando darle ánimos . pero el desgano suyo se apoderó de mí .