No avanzar, permanecer donde estamos, en otras palabras, apoyarnos en lo que tenemos, es muy tentador, porque sabemos lo que tenemos; podemos aferrarnos y sentirnos seguros de ello.
Sentimos miedo, y en consecuencia evitamos dar un paso hacia lo desconocido, hacia lo incierto; porque, desde luego, aunque dar un paso no nos parece peligroso después de darlo, antes de hacerlo, nos parecen muy peligrosos los aspectos desconocidos, y por ello nos causan temor. Solo lo viejo, lo conocido, es seguro.
Cada paso nuevo encierra el peligro de fracasar, y esta es una de las razones por las que se teme a la libertad.
E. Fromm.