domingo, septiembre 28, 2008

Sobre Musas y Demonios

Desde aquí doy inicio un espacio para los amigos colaboradores. Juan José Sandoval Zapata ha escrito un texto emotivo en clave de poesía sobre Andrés Caicedo, estrella fugaz de la literatura colombiana. Un primer acercamiento a un escritor con una espléndia trayectoria cultural que nos dejó por decisión propia cuando tenía tan solo 25 años. Alberto Fuguet quien se encuntra realizando la atubiografía de Caicedo dice sobre esta obra “Creo que el libro será importante, sorprendente, inmensamente triste y absolutamente valiente y despojado. Y estoy honrado, orgulloso, nervioso y sobregirado con el poder hacerlo”.





Triste y empantanado
Murió cuando recién nacía, fiel a su estrella fugaz, Andrés Caicedo fue un ángel vestido de rocknroll. Luego de salsa y guajiro. Con bazuco y sin vergüenza, con letra sonora y distorsionada, pero en cursivas. Era el miedo eterno a la madurez y a los buenos modales. Una estrella pegada al espejo, transpirante y nerviosamente aturdido. La angustia fue su deporte y la muerte un trofeo adolescente.


Por millones de kilómetros cuadriláteros de un pueblo bárbaro crecen alunadas historias de hongos del tamaño de un hipopótamo. Una ciudad atacada por la fiesta y la tragedia. Bailotean al ritmo del desenfreno y copulan liberales ancestros del mal. Una rana se saca el sombrero para recibir monedas de caridad, luego huirá despavorida por la avenida del cloro eterno hasta olvidarse de sus propios traumas. Un hombrecito va y quiere hablarle a una niña muy bonita que se sienta junto a él y le invita a caminar poray. Hasta que la muerte los visite al caer el sol y la hierba huele delicioso cuando lloran las diosas culiparadas, como si lo bello pudiera penetrar las fronteras rígidas de la eterna tristeza.

Los niños de la secundaria van desapareciendo trágicamente, le siguen pasos a sus propias desgracias. Un llanto mudo que acompaña la velada. Una fiesta de quinceaños para odiar al amor, para marchitarse el rostro con dignidad. Se van formando las galladas y van ocupando los grandes almacenes con frustración y venganza.

Un valle de lamentos y desilusión. Como cuando hay la sensación de agua con viento. Tengo ya el presentimiento de que pronto llegará, la separación. Dicen que apenas había llegado el primer ejemplar de su primera novela, que acaba de ser editada en Argentina, no tuvo mejor manera de celebrarlo que tragándose la muerte sesenta veces siete. Sesenta veces siete. Número siete, número siete contra el reloj. Claro el sol. Sesenta veces Patricia. Number nine, number nine le cantaba Chapman al oído de Salinger. Al revés. Vinilo y su aguja clavada en la vena del espanto. Sesenta veces muerte. Suena el desconcierto.

Los libros de Caicedo se consiguen con mayor facilidad en versión pirata en Colombia.
Enterrado por décadas, se fue cocinando el mito al comenzar el ocaso de Macondo. Su literatura es considerada anti canónica dentro de Latinoamérica.

Imprescindibles: El atravesado / Maternidad (relatos), Noche sin fortuna (novela corta inconclusa); Angelitos Empantanados (cuentos); Calicalabozo (cuentos); Que viva la música (Novela); Ojo al cine (compilación de críticas de cine y retazos narrativos). Recientemente se ha publicado: El cuento de mi vida y El libro negro de Andrés Caicedo. Próximamente se publicará una autobiografía escrita por el chileno Alberto Fuguet.