lunes, noviembre 23, 2009

La poesía murió contigo adentro


Coqueteé con la más fácil y me enrumbé en demencia / al ritmo de su cortadora lengua / me fui con su melodía contagiosa / me pepeó con su sonrisa metralleta para siempre / me arrebató mi podrida inocencia / me hizo suyo como se usa un shampoo de hotel / profilácticamente mal usado / patéticamente hecho para ti / Colgado con un cartel en venta / mis razones descorazonados se pelearon entre ellos / a puntapiés jamás llegaremos a estar entre susurros de mar / que piden clemencia del conjuro inyectado en mi vida / tus huellas no las borra ningún terremoto cardiaco / que destruya la catedral de tu cuerpo y mis covachas de puro floro que solo te hacen cosquillas / y me zumban las orejas donde descuelgan tus rencores contra mí. No sé cuándo dejé de ser tu niño para convertirme en tu pagano violador. Cuándo ángel y cuándo tu lepra / mi pantalla gris se estampará contra el piso / atentando con mi propia voluntad de no respirar sin tu aliento de chocolatada rebeldía. Incendio palabras para no sentir tu frío / . / . / -