- hablar mal es una falta lingüística. hablar mal de alguien es un delito moral. escribirlo, penal. todo eso, claro está, ocurre cuando se cumple la mayoría de edad. entonces queda hacerse pasar por quinceaños aunque las arrugas y cicatrices te delaten. el insulto es un arte retórico ingrato que requiere la ausencia total de vergüenza ajena.
- recitar poesía entre poetas innundados de fracaso on the rocks y limón en rodajas, que hablan por años de la obra que escriben porque jamás la obra hablará por ellos, no te hace necesariamente un profesional de la palabra. por el contrario, el oficio triste de los bares te deja úlceras como resaca y cáncer a los genitales como herencia.
- ser un wanabi no es tan malo. en mi vida he pertenecido muchas veces sin estar seguro de querer ser (wana be), metaleros, waves, punks, rastas, hippies, trovadores o yuppies. de todo exabrupto vivencial sale una enseñanza precoz. querer ser escritor no tiene que privarte de anunciarlo a gritos, tocar puerta a puerta y convencer al mundo de la vocación asumida. llegarán entonces portazos que curtirán de frialdad tu oficio y resistirás todo lo que difames en tu vida porque de iguales dimensiones volverán a ti como búmeran.
- imprimir tu propio libro no te hace menos que un talento descubierto por las editoriales mediantes sus agentes inteligentes capaces de ubicar un genio literario entre millones de wanabies. la experiencia de sumergirte en marejadas de étes debe ser aprovechada al máximo. entonces cuando presentes tu libro y tus amigos te aclamen más por el calor del trago que generosamente has invitado tras las palabras de honor que por la calidad de la obra, hará que en el futuro otros jóvenes incautos, quizás un poco más torpes que tú cuando tenías la edad de ellos, se acercarán para que les imprimas sus libros y tú lo harás sin leerlos, solo pensando en el dinero que les quitarás por su estúpida inocencia. esa actividad lucrativa será vista como estafa en algunos casos, en otros te amenazarán de muerte y te denunciarán por plagio, pero nada se comparará a las menores de edad que podrás llevar a la cama, con lo que tu inspiración poética se incrementará porcentualmente.
- si te vas a especializar en ser traductor de poetas griegos, has un intento por enfrentar tus propios miedos y di que eres homosexual con todas sus letras. no hay nada peor que ser un wanabi camuflado de otro wanabi. eso es como abrir un pacay malogrado.
- querer dejar de escribir no te hará menos escritor que aquel que se sienta a escribir de nueve a cinco de la tarde frente al mar con su laptop. tener ganas de suicidarse porque la página continua en blanco y las facturas ahogan y el negocio y la inspiración no se llevan bien y tu blog sigue vacío lleno de mentiras de las cosas que logras para rellenar un ridiculum que irá a parar al tacho de algún tío congresista. dejar de escribir no es dejar la literatura. callarse unos años puede convertirse en la verdadera prueba de fuego de tu camino por las letras. y también puede ser un atentado contra tu vida misma. y callar para siempre. yo he decidido callarme y estoy esperando que aparezca algo que me imponga el para siempre.
miércoles, febrero 10, 2010
PSICO SOUR
6 tips para dejar de ser un escritor de ficción.