Un muerto es según quien lo mire
un abogado diría que es un occiso.
Los feligreses dirán que es un alma que va al cielo.
Al infierno si se portó mal, dirán los fundamentalistas católicos.
Los defensores de los derechos humanos dirán que el muerto es una víctima.
Vístima!!! Dirán en la selva peruana, que se tiene que investigar y llevar a 'ficio' al agresor.
Para los trabajadores de obra, el muerto es un compañero caído.
Para los contadores de una empresa, un muerto es una obligación por pagar.
Si el muerto llegó a la muerte por accidente, entonces es un derecho por cobrar, una indemnización por reclamar. El muerto se hace codiciado.
Para los maestros del ande, el muerto es una mala palabra.
Una ofensa decirla en una mesa familiar, evocando a quien se acaba de ir.
Para los hinchas barras bravas del fútbol, un muerto es una excusa para seguir formando muertos.
Para los periodistas chicha un muerto es un frío.
Para los gobernadores un muerto es una terrible pérdida.
Para el instituto de estadística un muerto es una cifra.
Para el presidente un muerto es un patriota caído.
Para las familias ricas, un muerto es un ángel que los cuida desde arriba.
Para las familas de clase media, un muerto es una carga menos en el ajustado presupuesto.
Para las familias pobres, es una confusión porque en realidad nadie sabe quién está muerto y quién no.
Para los científicos un muerto es un objeto de estudio.
Para los estudiantes de medicina, un muerto es un bien negociable clandestinamente, para sus prácticas pre profesionales.
Para los historiadores, un muerto es una anécdota.
Para los psicólogos, un hecho traumático.
Para las aseguradoras, un muerto es un potencial cliente.
Para las funerarias, un muerto es un servicio.
Para la Policía, un muerto es un cadáver que debe ser investigado por el forense.
Finalmente, para el muerto un muerto es un amigo, como lo es el poeta que deambula por la muerte.
Entonces el poeta dice que un muerto es un verso.
Pero el poema entero se levanta y enfrenta al poeta
y le dirá harto y desesperado
desesperadamente harto
que en realidad
el muerto es él.